miércoles, 11 de noviembre de 2009


Reporte de acontecimiento



Duele de tan sólo ver la foto


La extracción de la muela del juicio, es uno de los tantos mensajes sutiles de la madre naturaleza en los que me dice:"ya estas vieja". Eso y la pérdida de memoria a corto y largo plazo


Esperé a mi equipo de dentistas conformado por mi hermana la doctora Rodríguez, el doctor Lévano y el asistente Sánchez. Mis padres bloqueaban todas las rutas posibles de escape, no los culpo, tramé muchos planes de escape que se vieron frustrados en vista de que no importara cuanto empeño pusiera, sabía que todo acabaría con mi familia presa de la furia arrancándome la muela sin anestesia. Así que resignada a cumplir con mi destino fui arrastrada por el asistente hacia el quirófano.

Al llegar encontré a todos vestidos de verde no queriendo desentonar propuse aplazar la cirugía hasta conseguirme una ropa del tono, demás está decir que no funcionó. Me senté en el sillón mientras era cegada por las brillantes luces y adormecida por mi hermana.

Al poco tiempo el doctor Lévano logró extraer en un par de minutos mi querida tercera molar, "es un varón" exclamó al observar el diente. La doctora lo limpió con cuidado, me lo entregó y dijo: "ahora podrás hacerte un collar". Estallé en aplausos como quien acaba de ver un gran espectáculo. Inocentemente pensaba que todo había acabado, oh no, aun faltaba la sutura.


"¿ah como se hacía?" es una de las cientos de frases que los pacientes odiamos escuchar, empata con "eso no venía en el libro!" o "oops". Comedia, bienvenida en todas partes, menos en el quirófano. Aunque debo admitir que la Doctora Rodríguez hizo un buen trabajo en la sutura, le quedó muy lindo el punto cruz con las iniciales de su nombre, en mi boca.

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