jueves, 17 de diciembre de 2009

Primer día de trabajo
Mi primer día oficial de trabajo fue un domingo en la Videna, era un partido entre dos equipos de la selva. La entrada era sólo para algunos periodistas y algunos invitados. Mis padres y yo entramos con la ayuda de Mencho, mi mentor y guía.
Por esas cosas del destino todos los fotografos que trabajan para el periódico de Mencho "Al Toque" estaban de cubriendo un partido en las afueras de Lima y la única que quedaba para salvar el día era yo, futura reportera estrella.
No era el mejor de los momentos, acababa de ser operada por mi hermana, estaba medicada, hinchada y con una pérdida temporal del juicio. Pero aun así me disponía a tomar las fotos oficiales, esas que nunca salen en los diarios.
No mentiré y diré que fue genial, me perdí la formación oficial de uno de los equipos. Asi que en un ataque de ira me paré en medio de la cancha y obligué a los jugadores a que volvieran a formarse, oh si pude sentir el temor que emanaba de sus ojos. No me movería hasta conseguir mi foto, no importaba si había personas que amenzaban echarme de la videna. Como siempre conseguí mi capricho, ante la mirada sorprendida de algunos fotografos que aprovecharon mi reclamos de una nueva formación para tomar mas fotos.
Los futbolistas corrieron de lado a lado tras esa pequeña pelota blanca, sus abigarrados uniformes contrastaban con el pasto verde, que los recibía cada vez que se lanzaban al suelo algunas veces por verdaderos y dolorosos motivos y otras solo para demostrar sus dotes de actores.
De vez en cuando volteaba para ver a mis padres que se encontraban con los demas invitados, la diferencia es que ellos no estaban para animar a los jugadores, sino a la pequeña periodista de mejillas gigantes y extremadamente medicada.
Dias después pude leer mi nombre por primera vez en un periódico, fue un postre con sabor a victoria, yo sí servía y Mencho lo sabría.
Practicando
Despues de la mala experiencia laboral con NN, aunque decir "experiencia laboral" resulte algo errado ya que nunca le mandé ningún trabajo porque no estuve de acuerdo con los beneficios laborales que me ofrecía, decidí dar un giro a mi carrera.
Es por eso que hace un par de meses me encontraba entrando por primera vez a un estadio deportivo, vestida como reina, con uñas pintadas de fuccia brillante y cogida del brazo de papá. Debo admitir que ser reportera gráfica deportiva no era algo que me hacía ilusión, temía que fuera a morir de aburrimiento, producto de una conmoción cerebral, atacada por barristas, comida por los lindos perros de la polícia o todas la anteriores.
Aun así esperé con paciencia la llegada de "Mencho" Jimenes, periodista deportivo muy conocido y respetado en el medio, por supuesto yo no sabía nada del señor, excepto que él trabajaba con mi tío Jorge. Lo primero que me impresionó de él no fueron los años de experiencia que veían reflejados en su mirada, sino la voluminosa barriga y el hecho que me saludara con un apretón de manos, cosa que agradecí debido a mi rechazo casi patológico a saludar con un beso a las personas, especialmente si son extraños.
Mi tío Jorge informó a Mencho acerca de mis intenciones secretas: ser practicante. Lo primero que hizo Mencho fue ver mi cámara, le dio una rápida mirada y dijo que no le servía, que yo no le servía y que me aceptaba para hacerme un favor. El corte fue tan rápido y afilado que no hubo tiempo para sentir ninguna clase de dolor ante sus palabras. Mi intención no era ser su reportera estrella, mi experiencia era nula lo que deseaba era aprender y mi útil cámara digital era mas que suficiente para mí, lo escuché en silencio sin bajar la cabeza ni una vez, mientras que en mi cabeza hacía planes para demostrarle que estaba equivocado.
Ese mismo día, aun sentada en las gradas del estadio Bonilla en Miraflores, tomé unas cuantas fotos abusando de mi zoom, que horas despues mandé con descaró a Mencho, sabiendo que no podría usarlas debido a que me encontraba muy lejos del campo, pero para que supiera que no me daba por vencida ante sus palabras.
Se busca practicante




De preferencia jovencitas en los últimos ciclos de periodismo . Se dará certificado de prácticas, remuneración después de cuatro meses (si es que no te despiden antes para evitar pagarte). Somos una página web nueva pero con ganas de superación.

Mandé mi CV para pobrar suerte y en una semana de conversaciones via e-mail con un NN que trabajaba en una web NN, me dejó 2 comisiones y acordamos una reunión a la que nunca apareció y aun teniendo mi número telefónico no avisó que iba a estar ausente, sino me envió un mail! en la noche.

Que suerte que no apareció y que boba fuí al no investigar más! iba a reunirme con un perfecto NN!, mi intención no es proteger su identidad, sino que en serio no sabía nada mas de él, salvo su nombre y su fascinación por escribir comments en las fotos del msn de muchachas poseras ( siempre incluyendo su título de publicista para ver si así podía encandilar a una de esas chicas). Ahora que soy una semana mas sabía, me doy cuenta de la idiotez a la que me estaba dirigiendo.

No digo que las intenciones del NN no sean buenas y puras, no lo sé. Pero mientras esperaba sentada con mi Cv muriendo de calor, recordé lo que aprendí del superhéroe Nano Garcia Guerra "No trabajes para otro, sé tu propio jefe", su voz resonaba en mi cabeza, miré el reloj y salí rápida y decididamente de esa oficina.
No iba a ser la talentosa y emprendedora esclava bilingue, universitaria, graduada de la IC, alumna de Jauregui y blogger, que sea usada por este NN o por cualquier otro NN.

Practicaré en mi propio medio, en mi famoso blog, iré a donde me lleve el destino, hoy el destino me esta mandando a un estadio. Hoy puedo decir con orgullo que tengo la mejor jefa del mundo, super regia, la que me dará vacaciones pagadas, panetón y chocolate (el de 8 soles) para Navidad!.

Al tecnológico NN que sólo se comunicaba por mail, le dejé mi supertecnológica por medio de mi blog y no hay rencores cuando me gradúe podrá trabajar para mi.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Despedida

¡Adiós volveré algún día! ¡Libre al fin! ¡No volveré ni en un millón de años! Son mis típicas y dulces frases de despedida. Generalmente las escribo en pupitres, paredes o en notitas y las lanzo al aire, aumentando la basura. No soy buena con las despedidas.

Casi siempre funciono a la inversa mientras unos lloran y se aferran a las cosas a mi me gusta terminar etapas y comenzar de nuevo. Y cuando todos se emocionan por lo que vendrá yo solo repaso datos y planeo futuros, pero posibles desastres y estrategias de superación.

En mi último año de secundaria de mi sacrosanta escuela católica, contaba los días para salir. Me la pasaba escribiendo notas de adiós a algunos maestros y soñaba salir al mundo alejada de la jaula que cada segundo se hacia muy pequeña y comenzaba a asfixiar. No por falta de amor a mi sacrosanta institución o a mis santas compañeras, sino ¿Qué mas te queda por hacer cuando ya lo hiciste todo? En la escuela vencí a Voldemort, al trol de 3 metros, le lancé agua estancada a la bruja y obtuve medallas y trofeos solo por ser yo. Mi tiempo había terminado, lo había entendido y estaba ansiosa por salir.

Si ahora debo hacer una despedida, me despido de mi misma y del mundo de ayer. Me despido de la renegona y realista chica que por poco no va a su confirmación por no estar de acuerdo con lo que iba a jurar, de la encantadora y poca valorada colegiala que al final salió de la jaula y logró ser libre. De la pre adolescente que casi fue secuestrada por los fantasmas esa noche en el bungaló y que amaba el laboratorio de ciencias, pero no por razones científicas. De
la niña que hacía tours por la escuela a las niñas nuevas para que no se pierdan, la que hizo su primera comunión sólo por que le gustaba la corona de flores que iba a usar, de la pequeña que con sólo 5 años cuidaba de todas su compañeras para no ser apachurradas por las alumnas mayores y de la bebé que gritó como endemoniada cuando el agua bendita hizo contacto con su piel. Es un adiós, gracias, fue divertido mientras duró y fuimos geniales juntas pero es tiempo de avanzar. Todo cambia, generalmente es para bien. Puede ser que no seamos tan buenos para despedirnos, pero para lo que si debemos ser buenos es para aceptar el cambio, recordar el pasado y aprender de el.
Homenaje

Al cuerpo humano real y fascinante con o sin pulmón merece ser admirado como el sistema perfecto que nos permite existir.

Homenaje a cada parte del cuerpo a la bolita del ombligo, a cada glóbulo patriota, a las organizadas células, órganos incomprendidos y expulsados de nuestro sistema. Admiremos a nuestro cuerpo como un todo, una organización, como una empresa.

Hoy los trabajadores de mi empresa hacen huelga indefinida. Demandan que los abusos paren y con el valor que los caracteriza se niegan a seguir trabajando en la computadora hasta que los ojos ardan, el cuello deje de moverse y las manos se entumezcan. Se niegan a cualquier ingesta de comida chatarra, de cafeína o de bebidas energizantes que solo alargan la tortura diaria.

No más lectura hasta la media noche, ni tabulaciones hasta las 4 de la mañana. Las marcas debajo de los ojos no son trofeos de guerra, ni un certificado de compromiso con el trabajo. Son signo de que alguien dejó el trabajo para el último segundo ¡no más! El cuerpo esta harto de maltratos. El pobre cerebro esta cansado de sentirse atontado y la cabeza no soporta más golpes contra la pared, poste y otras cabezas.

Su lista de reclamos es larga y razonable, no mas miradas de desprecio a los nuevos kilos que adornan la figura, nada de andar descalzos o de comer helado a media noche. Nuestro sistema nervioso central quiere volver a ser tan eficiente como las máquinas del FBI o del MI-5 y no como la Pentium I que es actualmente.
Alzando la voz en protesta exigen un mejor trato de lo contrario se apagarán hasta nuevo aviso.
Brindis por la vida




¡Brindo por la vida porque solo hay una! A menos que la reencarnación sea cierta y en mi próxima vida me convierta en una planta, mosca o una jirafa, en todo caso no podría brindar, así que de todas maneras hoy aprovecho para dar un brindis. Con lo que sea cócteles de fruta, cerveza, vino, pisco sour, agua mineral, agua de caño, agua ardiente, ron o licor en bolsa de S/2.50.

Es tiempo de dar las gracias por cada mañana, tarde, noche. Por abrir los ojos y ser dueños de nuestros actos, incluso si no siempre somos dueños de nuestros actos ¡igual brindemos! ¡Salud! Por sentir la delicia de respirar cada segundo el dulce aire contaminado al que tanto nos hemos acostumbrados, que hace que nuestros pulmones sientan el placer de inhalar y exhalar.

Alcemos nuestros vasos en honor de nuestras manos que con belleza y perfección sostienen con fuerza la botella y demás objetos que deseemos, también por las piernas que nos llevan con lento andar por las rutas de la vida.

Brindemos por nuestros sentidos que nos aferran al planeta, nos hacen sentir vivos, nos permiten sentir los rayos ultravioletas quemándonos las piel, los deliciosos aromas y hedores que nos contactan con la realidad o en todo caso nos dan la oportunidad de alejarnos.

Hoy es debemos rendirle tributo a los glóbulos rojos y blancos que nos hacen a todos los ciudadanos del planeta peruanos desde adentro ¡viva el Perú! ¡Vivan las plaquetas y el vaso! Querido vaso muchos dicen que no tienes importancia, pero eres mi órgano favorito ¡número 1 en mi corazón! Alcemos de nuevo los vasos y botellas para rendirle honores al corazón, a sus ventrículos y arterias.

¡Salud! Cerebro que te encuentras ya mareado y perdón querido y sufrido hígado. ¡Rayos! Es tiempo de sentarse, mis piernas ya no dejan de tambalear no puedo encontrar la silla, solo veo lucecitas de colores a mi alrededor ¡salud por las lucecitas! Y un último brindis para la alfombra que amortiguó mi caída ¡salud por mí! ¡Salud por la vida! ¡Brindemos todos como si fuera el fin del mundo!


viernes, 20 de noviembre de 2009

Entrevista a un personaje famoso:
Elizabeth Bathory






Elizabeth Bathory fue miembro de la nobleza húngara en el siglo 16. Es conocida como la Condesa Sangrienta, porque mató a 600 muchachas para beber y bañarse con sangre y asi ser joven y bella por siempre. Debido a su condición de noble no fue castigada con la pena muerte, sino con vivir encerrada en un castillo de por vida. ¿Pero será en realidad la culpable de tan atroces crimines o fueron solo acusaciones de sus enemigos políticos a los cuales no le convenían tenerla en el poder? ¿Fue victima o victimaría?

El paso del tiempo no es un obstáculo para la entrevista, camino por el castillo que sirve de prisión al llegar a su celda una pared me separa de la prisionera. Asomo mi rostro por la pequeña abertura, única conexión que tiene con el resto del mundo y que le sirve para obtener sus alimentos que ya no son la sangre y carne de doncellas, sino comidas menos elaboradas y frescas.

Numerosas leyendas se han tejido alrededor de esta mujer poderosa y cruel, la consideran como la mujer mas hermosa de Hungría, pero al verla encerrada mas parece una muerta en vida, pálida y en cuyos ojos oscuros y fríos se refleja el deseo de destruir las paredes que la oprimen y huir a la libertad

“Debe ser difícil pasar de ser una de las mujeres mas importantes de su tiempo, a ser una prisionera eterna en tan lujoso castillo. ¿Se arrepiente de algo?”

Se demora en contestarme, tal vez por hace tiempo que no hablaba con nadie o quizás porque tenía ganas de beber mi sangre. Antes de responder se arregla el cabello y alisa con sus manos la túnica gris que lleva puesta, se sienta en una silla con delicadeza y con gran ceremonia como si este fuera un trono y no estuviera presa, sino en la corte de un monarca.

“Lo único de lo que puedo arrepentirme es de haber nacido en el lugar y tiempo equivocados. De haber nacido en una posición privilegiada y envidiada por todos. La injusticia de mi castigo es una venganza política de parte del Rey Mátyás II, quien siempre ha codiciado mi fortuna y que ahora la posee”.

Su postura continúa siendo firme y elegante, pero sus ojos brillan con una ira que acompaña a su voz.

“Entonces, ¿niega haber sido culpable de los 600 asesinatos a las doncellas que vivían con usted?”

La manos que plácidamente reposaban en su regazo se cierran con fuerza apretando sus uñas contra las delicadas palmas. “Uno de lo valores mas importantes es el respeto, siempre he exigido respeto. Y aquellas personas demasiado ignorantes e inútiles para comprenderlo debían tener un escarmiento. No sé porque la ley se empeña en condenar lo que hice, todos los aristócratas hacen lo mismo, sino ¿Cómo esperan mejorar el comportamiento de la servidumbre? No es un secreto que ésta ya no es tan buena como antes y alguien tenía que hacer algo al respecto.

“Pero eso no justifica llegar a los extremos de crueldad por los que se le acusa, como coserle la boca a una muchacha porque hablaba demás ¿no lo cree?”

“No, no lo creo. Si usted hubiera conocido a esa campesina parlanchina le aseguro que también hubiera querido coserle la boca. El silencio es una virtud y era mi deber educarla, al final aprendió la lección. Nunca más la escuché hablar”. Dijo lo último como si le produjera gran placer y orgullo.

“La educación aparenta ser muy importante para usted ¿cierto?”
“Las personas de poder como yo, no pueden ser ignorantes. Me educaron para mandar, como a una reina, incluso yo diría que mas que una reina. Sé escribir y hablar en húngaro, alemán y latín, mientras que los demás nobles apenas saben decir su nombre. Son un conjunto de iletrados patéticos. Ni el mismo príncipe se libra de la ignorancia que rodea a la mayoría. Es una de las razones que me llevaron aquí. Me envidiaban con una pasión inhumana y ninguno de ellos podían permitir que una mujer tuviera el control de las posesiones de tierras más extensas y fecundas del país. Especialmente en la condición en que me encontraba, viuda y sin un ejército a mi servicio”

Guardo silencio por unos minutos para esperar a que se calme un poco y continúo para llegar a donde deseo. “Los rumores que recorren el pueblo acerca de su gran belleza son ciertos” - miento, para que se sienta halagada – “¿Tiene algún secreto de belleza que pueda compartir conmigo?”, pregunto con una sonrisa que intenta ser encantadora.


Se acerca a la pequeña abertura que nos separa y con un susurro me dice “si usted pensaba que iba a caer en esa trampa, entonces es realmente tonta”. Vuelve a su posición inicial y eleva su cuello de forma altiva. Me doy cuenta de que no existen arrugas en su fino cuello, ni en su rostro, que a pesar de tener un poco atractiva palidez mortal no es recorrido ni por el más leve surco. Nota mi sorpresa y sonríe por primera vez. En sus ojos hay un brillo cómplice, sonrío también.

“Descubrí el secreto de la eterna juventud un día de verano, una de mis sirvientas se enfermó ese día y como reemplazo mandó a una joven campesina para que me atendiera. Demostró mucha torpeza pero lo dejé pasar, hasta que cometió la sandez de jalar con brusquedad mis delicados cabellos con el cepillo. Me enfurecí y comencé a golpearla con el cepillo de plata hasta que gotas de su sangre me salpicaron y en el lugar en que cubrieron mi piel esas cálidas gotas borraron las arrugas, dejándola tan bella y lozana como cuando era una niña”- sus ojos brillaron con una fascinación enfermiza al revivir con pasión el día de ese gran descubrimiento- “llamé a mis fieles sirvientes y con su ayuda me deshice de esa muchacha”

“¿Deshizo? Dígame que hizo con ella y con el descubrimiento que había hecho”

“Ella merecía tener un castigo y yo merecía ser joven por siempre, la juventud y belleza se malgastan con tanta crueldad en doncellas incultas. Así que le corté el cuello y con su sangre caliente cubrí mi cuerpo, palmo a palmo para borrar aquellas marcas en el que el tiempo había dejado huella de su paso atroz. No me mires de esa forma- dice al notar la repulsión en mis ojos- ¿Usted sería capaz de rechazar la oportunidad de ser joven por siempre?”

“¿Qué me puede decir acerca de sus cómplices?”- le pregunto para recordarle que quien hace las preguntas soy yo.

“Fueron pocos pero muy fieles, Dorottya me ayudaba a atrapar a las criadas al igual que Ficzko, Helena Jo guardaba mis secretos por miedo a ser la próxima de mis victimas, la pequeña Katarina vigilaba a las jóvenes que cumplían sus castigos encerradas en los calabozos, pero la mas fiel de todas fue la bruja Darvulia. Ella me advirtió de no utilizar en mis ritos a jóvenes de la nobleza, pero no lo pude resistir. A nadie le importaba la desaparición de las chicas del pueblo, pero cuando las nobles comenzaban a morir de causas misteriosas fue demasiado sospechoso para todos”

Me mira con intensidad a los ojos, como si deseara adivinar cual será mi siguiente pregunta. Me pierdo en los ojos de la asesina, que fueron testigos de mas de 600 asesinatos y torturas. Y le hago la pregunta que mas he deseado hacerle desde que comenzó la entrevista ¿Fue sólo por juventud y belleza?”

“Fue por poder, al igual que todas las cosas sobre la tierra. Cada acción cometida por cada ser humano en el pasado, presente y futuro se debe a la búsqueda del poder. Poder para mandar, dominar, controlar el tiempo, espacio, a los demás. No, no fueron solo juventud y belleza. Fue el poder de controlar mi cuerpo, borrar cada línea que fue pintada por el tiempo, las marcas de abusos y de situaciones que no pude controlar, como un matrimonio no deseado a los 15 años, el nacimiento y muerte de mis hijos, la soledad en el castillo, el abandono de la familia y ver como el mundo brillaba mientras yo me opacaba con el paso cruel de las horas”




miércoles, 11 de noviembre de 2009


Para no olvidar





Escribo para no olvidar, especialmente para no olvidarme de ti. Es que cuando sabes que tienes en tus genes la enfermedad del olvido y que quizá en unos años no podrás recordar cual es tu nombre y tu familia será un grupo de extraños, esta palabra da miedo. No sé el día exacto en que nos conocimos, ni cual fue la primera palabra que me dijiste, supongo que no dijiste nada, solo sonreíste, cogiste mi mamo y no la soltaste jamás.Me llevabas cargada en tu espalda, envuelta en una manta, mientras trabajabas en tu taller y cuidabas del gran parque a espaldas de nuestra casa, aquel que fue mi pequeño reino lleno de flores y grandes árboles. Hogar de Juancho, mi iguana y de los duendes que quisieron secuestrarme.
Nunca te dije abuelo, te decía papá Jorge porque siempre fuiste muy joven para llamarte abuelo, al menos antes mis ojos. Fuiste el destino a los cuales mis primeros paso me llevaron, siempre corría hacía ti, gritando y riendo, tu me cargabas, nos abrazábamos, mientras ponías en mis mejillas tus besos que picaban, yo me quejaba entre risas y tu ibas rápidamente al baño a rasurarte la barba, cumpliendo con mis caprichos.
Tenía 10 años cuando te enfermaste, debió de ser difícil para alguien como tú quedar recluido en una cama. Cada vez que mi hermana y yo íbamos a visitarte, tú sonreías y fingías estar bien. Mientras yo fingía que te creía y juntos disfrutábamos de esos momentos tratando de robarle tiempo a la muerte.
No te gustaban los hospitales y a mi tampoco porque no podía ir a verte, te sentías sólo y yo también. Cada noche te escribía una carta diciéndote lo mucho que te amaba, que ibas a estar bien y que te estaba esperando. La firmaba con mi nombre, el de mi hermana y el de Skippy, mi hámster al que siempre le caíste bien.
Amarraba la carta a mi Furby y la colocaba de contrabando en el bolso de mamá, quien sorprendida te la entregaba siempre. No sé donde estén las cartas que te escribí, pero sé que las leíste y que por un momento no te sentiste tan solo mientras estabas en el cuarto del hospital rodeado de desconocidos.
La única vez que fui a verte al Hospital Dos de Mayo, te vi echado en una cama, en un cuarto muy grande y frió, lleno de gente extraña. Te veías diferente y fue ahí cuando me di cuenta de que no eras inmortal.
Al salir de tu cuarto caminé con mamá por el bello, triste y viejo hospital, al que no he vuelto ni quiero volver, entramos juntas a la capilla y rezamos por ti. Al poco tiempo volviste a casa con el único deseo de celebrar tu cumpleaños. Todos fuimos a celebrar contigo, sin importar que ese en realidad no fuera tu cumpleaños. Bailaste, reíste, recordaste buenos momentos junto a la familia a quien tanto amaste.
Justo cuando pensé que ya estabas bien y que todo sería como antes, te fuiste un martes 13 de marzo del 2001. Lo supe aun antes que me lo dijeran, estaba en la escuela cuando sentí que te ibas del mundo. Esa noche en tu casa cuando estábamos esperando tu llegada para comenzar a decirte adiós, mi hermana y yo nos pusimos a bailar frente a tu retrato, a pesar de las lágrimas porque queríamos hacerte sonreír una última vez. Al día siguiente encabezamos la procesión, cargando flores y guiando a la familia y amigos, mientras te veíamos unirte con la tierra.

Reporte de acontecimiento



Duele de tan sólo ver la foto


La extracción de la muela del juicio, es uno de los tantos mensajes sutiles de la madre naturaleza en los que me dice:"ya estas vieja". Eso y la pérdida de memoria a corto y largo plazo


Esperé a mi equipo de dentistas conformado por mi hermana la doctora Rodríguez, el doctor Lévano y el asistente Sánchez. Mis padres bloqueaban todas las rutas posibles de escape, no los culpo, tramé muchos planes de escape que se vieron frustrados en vista de que no importara cuanto empeño pusiera, sabía que todo acabaría con mi familia presa de la furia arrancándome la muela sin anestesia. Así que resignada a cumplir con mi destino fui arrastrada por el asistente hacia el quirófano.

Al llegar encontré a todos vestidos de verde no queriendo desentonar propuse aplazar la cirugía hasta conseguirme una ropa del tono, demás está decir que no funcionó. Me senté en el sillón mientras era cegada por las brillantes luces y adormecida por mi hermana.

Al poco tiempo el doctor Lévano logró extraer en un par de minutos mi querida tercera molar, "es un varón" exclamó al observar el diente. La doctora lo limpió con cuidado, me lo entregó y dijo: "ahora podrás hacerte un collar". Estallé en aplausos como quien acaba de ver un gran espectáculo. Inocentemente pensaba que todo había acabado, oh no, aun faltaba la sutura.


"¿ah como se hacía?" es una de las cientos de frases que los pacientes odiamos escuchar, empata con "eso no venía en el libro!" o "oops". Comedia, bienvenida en todas partes, menos en el quirófano. Aunque debo admitir que la Doctora Rodríguez hizo un buen trabajo en la sutura, le quedó muy lindo el punto cruz con las iniciales de su nombre, en mi boca.


Mi comida favorita






Puede parecer simple pero para mí es uno de los manjares más deliciosos que existen sobre la tierra. Es un platillo sublime de preparación rápida y pocos ingredientes que lo hace perfecto en tiempos de necesidad y si es preparado por cocineros virtuosos y con imaginación puede tener cientos de magnificas variaciones.
También resulta ser una de las especialidades de mi hermana, la virtuosa mujer que supera a cualquier chef en la preparación del delicioso arroz con huevo. Saca la sartén y la coloca en la hornilla, vierte unas gotitas de aceite, parte un par de huevos y lo mezcla con el arroz que sobró del día anterior.
Para acompañar el almuerzo compro un paquete de galletas, no importa la clase de galletas ya que siempre quedará bien con el plato. Las parto en trocitos y las añado al arroz con huevo, en un despliegue de inteligencia y visión culinaria que pondrían verde de la envidia a Gastón Acurio.
Después me dispongo a preparar la limonada le agrego agua, limón y por último el azúcar. Es tal la perfección de mi trabajo que me siento poco digna de probarlo así que dejo la bebida a un lado. Sonrío orgullosa y satisfecha de haber encontrado la forma de aplacar el hambre con astucia, rapidez y pocos ingredientes.
Mi regreso a casa




Apenas acaba la clase huyo hacia la puerta de salida sin mirar atrás. Dispuesta a recobrar mi libertad y el uso de mis piernas, que se adormecen tras largas horas de estar sentada. Mis amigas me acompañan en algunas partes de mi camino, hablamos de todo un poco y nos consolamos si tuvimos un mal día.

Caminamos juntas, cogidas del brazo al momento de cruzar las pistas para evitar accidentes y debido a nuestro miedo justificado a los autos.

Cuando llega el momento de separarnos, nos despedimos con un abrazo como si no fuéramos a vernos nunca mas y después cada uno va por su camino. Yo doy pasos rápidos y firmes la mayor parte del camino, siempre cogiendo mi bolso con fuerza. Después mis pasos se vuelven más lentos y mi mirada se centra en el resto de personas a mi alrededor, todos inmersos en sus mundos, pensando en sus problemas mientras que a cada paso se acercan mas a su destino.

Ayer vi a dos ancianas, caminado cogidas del brazo, quejándose de todo y discutiendo tontamente para después olvidarse de lo que estaban hablando hacía unos minutos. No pude contener la risa y el horror, al pensar que en quizás 100 años o más esas dos ancianas podríamos ser mi hermana Mónica y yo. Tratando de alejar esos terribles y catastróficos pensamientos corrí lo más rápido pude, aprovechando mi juventud y el buen estado de mis piernas.

Cuando al fin me alejé de esas terroríficas ancianas me di cuenta que ya estaba en casa. Reconocí al perro "rasta" que duerme en el parque y que ama asustar a las palomas. Vi el auto de mi papá aparcado frente al edificio, encontré a mi hermana caminado en la calle y a mi madre en el balcón y supe que ya había llegado a casa.

Mi Habitación



Me encanta mi almohada de pollo verde


Es la más pequeña de la casa, la ocupo desde hace tres años y ya me acostumbré. No puedo negar que no extraño mi anterior cuarto donde corría por todas partes e incluso podía jugar tenis.

Fue en esa habitación en la que casi fue secuestrada por los duendes y donde acogí a Sirius la primera noche que se quedó en casa porque no paraba de llorar debido a que extrañaba a su mamá.
Al mudarme guardé algunas cosas en bolsas y otras las vendí. Intenté sin éxito deshacerme del cuadro de la niña triste que ha reclamado su lugar en mi cuarto desde hace mas de 10 años, pero me persigue con sus ojos tristes y cabello pajoso.

Mi nuevo cuarto es crema y lleno de luz, adornos y libros que están en todas partes. En el velador, mesa de noche, armario, escritorio, cama e incluso el piso. No se debe a un amor al estudio, sino a un desorden casi caótico. En la que todo los aretes de mezclan con las pastillas, la ropa con mi grabadora y los cables de mi USB se enredan con la figura de la niña María, cuyos ojos pintados y a veces juzgadores se enfocan en mi y me llevan de vuelta a la infancia.

Uno de mis lujos es la vista a la calle y al mar, los observo a ambos con fascinación en todo momento del día, noche o madrugada. Ambos algunas veces bellos y relajantes y otras ruidosos como cuando el mar ruge de noche y se agita con violencia.

martes, 10 de noviembre de 2009

Crónica policial


Encontraron su cuerpo en un callejón, era una joven de aproximadamente 21 años. Presentaba numerosos moretones en el rostro, su vestido estaba manchado de sangre y en sus piernas había quemaduras del cigarrillo. Que ponía en evidencia la crueldad con la que fue tratada.

A pesar de la violencia a la que su cuerpo fue víctima, su rostro lucia apacible, incluso hermoso. Tenía en la expresión de las personas justas y decentes. No era difícil imaginársela con vida, riendo y quizá bailando, con inocente alegría casi infantil. O quizá simplemente caminando por la calle dispuesta a ir a casa después de un largo día de trabajo.

Algunos vecinos que salieron de sus casas y se amontonaban para ver lo que ocurría hicieron la señal de la cruz y dijeron algunas plegarias por el alma de la infortunada, otros solo seguían con la mirada cada acción de la policía. Quienes acordonaron la zona y trataban de alejar sin éxito a los curiosos.

El equipo de médicos forenses tomaban fotos a la escena y a la joven, mientras esta era examinada para tener una idea preliminar de lo que podría haber sido la causa de su muerte. La policía interrogaba los vecinos para saber si habían oído o visto algo que pudiera relacionarse con el caso y que diera pistas de lo que pasó a la joven. Algunos dijeron que escucharon gritos, ruidos de autos y a un hombre sospechoso del que no dieron muchos detalles porque era muy de noche y no pudieron distinguir bien al sujeto.
En una esquina alejado del tumulto y apoyado tranquilamente en una pared de ladrillos, se alzaba la figura de un hombre de lentes oscuros, barba que el cubría el rostro y que enmarcaba una cruel sonrisa de medio lado. Esas sonrisas macabras de quienes son responsables de algo siniestro y que están satisfechos con su trabajo, sabiendo que quizá nunca sean descubiertos.
Crónica de personaje


Tenía los ojos más fríos del mundo. Negros como la noche pero sin el brillo de las estrellas, como si estas hubieran sido absorbidas por algún hoyo negro.

Solo los pude ver por algunos segundos, debo admitir que me dio un poco de miedo. Estaba ansioso y se notaba por la forma frenética en la que caminaba de un lado a otro y en la que observaba su relajo cada cinco segundos, como si por solo desearlo pudiera hacer que el tiempo pasara con más rapidez.

Tratábamos de evadir nuestras miradas, ambos deseando en silencio que el otro no estuviera ahí pero a la vez agradecidos de no encontrarnos solos en ese pequeño elevador que por capricho del destino había decidido detenerse entre los pisos 50 y 51 de uno de los edificios mas altos de la ciudad.

Los bomberos llegaran pronto- dije tratando de sonar positiva para aliviarnos a ambos.

Él respondió, estaba más concentrado en contestar las numerosas llamadas que recibía en su diminuto teléfono móvil.

¡Ah! no me digas que tenías una reunión y justo nos quedamos atrapados. ¡Qué mala suerte!- dije en un patético intento de ser compasiva.
"Perder un contrato de 150 millones de dólares. Si, creo que tuve mala suerte. Fue su respuesta ruda y sarcástica.
Dispuesta a ignorarlo procedí a hacer mis ejercicios de respiración, inhalando profundamente y exhalando despacio emitiendo un largo ”doooo”. Repetí la acción un par de veces ante la atónita y burlona mirada de mi acompañante que de seguro pensaba que el encierro me había enloquecido.
Indignada por esa mirada de burla deje a un lado mis ejercicios e inspección al otro cautivo, vestía un aburrido y simple traje negro y una corbata roja tan ajustada que parecía estar asfixiándolo. No había nada de interesante en el sujeto, excepto por la mirada que ya no era fría, ni burlona, sino ausente y hasta triste. Su cuerpo esta encerrado pero su mente se hallaba perdida por el mundo, quizá repasando todos los detalles y pequeñas decisiones que había tomando y que lo llevaron hasta donde esta ahora, encerrado con una extraña y enfrentando el que quizá sería uno de los perores fracasos de su vida. Cerró los ojos con fuerza y empezó a golpear suavemente su cabeza contra la pared del elevador.
Sentí lástima pero no dije nada. Sólo me senté a esperar que vinieran a ayudarnos. Él hizo lo mismo sentándose al frente mío. Abrí mi bolso y saqué un sándwich de queso, lo partí en partes iguales y se lo ofrecí al triste prisionero, cuya única respuesta fue un simple pero sincero “gracias”.
Crónica de acontecimiento


Ocurrió un 14 de setiembre, un día que parecía tan aburrido, común y corriente como cualquier otro en mi vida. Salí del trabajo a las 8pm y me disponía a ir a casa.

Tomé el bus de la línea 9, como de costumbre, me senté, no muy atrás ni muy adelante. A mi lado se sentó un hombre de aspecto extraño sus cabellos eran largos y ensortijados, tenía una barba que le cubría parte del rostro y sus ojos se ocultaban tras gafas oscuras. Me dió escalofríos al verlo, había algo extraño en él. Aun así no me cambié de sitió, sino solo me aferré a mi cartera y deseé llegar a casa lo antes posible.

De pronto el bus sufrió un desperfecto y los pocos pasajeros que quedábamos, entre ellos mi compañero de asiento, tuvimos que bajar del carro. Como estaba cerca de mi casa decidí caminar, por las calles estrechas y poco iluminadas del distrito de Magdalena del Mar.

Cogí mi bolso con fuerza, como de costumbre, y caminé lo mas rápido posible por las calles que se encontraban desoladas, no había rastro de los demás pasajeros del bus era como si hubieran desaparecido.
Después de unos minutos sentí unos pasos detrás mío, era el hombre extraño del bus. Me sonrió y me dijo "Buenas noches". En respuesta hice una mueca y aceleré mi paso para alejarme del extraño.
En menos de un minuto me lanzaron contra una pared, mi rostro estaba siendo presionado contra esta y sentía la sangre brotar de mi nariz. Al mismo tiempo que sentía un cuchillo afilado que hacia contacto con mi cuello y que una voz me susurraba al oído "quieta ya perdiste"

Estaba aterrada. Solo pude decir con voz temblorosa "llévate lo que sea, pero no me hagas daño" y solté el bolso al que hacía unos minutos sujetaba como si fuera una extensión de mi cuerpo. Pero no le interesó "No nos importa tu plata ni tu bolso de plástico". ¿Nos? pensé aterrada y fue ahí cuando escuché el ruido de un auto y la voz algo lejana del cómplice que le ordenó meterme al auto lo más rápido posible.

Intenté escapar, grité, pateé con todas mis fuerzas. Mi atacante enfureció y golpeó mi cabeza en contra de la pared de ladrillos, una y otra vez hasta que no pude luchar más y mi cuerpo dejó de pertenecerme mientras era arrastrada hacia la maletera del auto.
Mi hermana del alma

Mónica nació casi cuatro años antes que yo, desde pequeña siempre sentí que eso era una injusticia tremenda. La versión que siempre contaba y que aun cuento, es que mientras yo estaba en el cielo, haciendo una fila y esperando pacientemente mi turno para nacer, justo cuando las luminosas puertas del cielo se abrieron para que mi viaje a la tierra pudiera comenzar, mi querida hermana me empujó y bruscamente tomó mi lugar. Obligándome a tener que esperar cuatro largos años para volver a estar al frente de la gran puerta que me dejaría entrar a la tierra.

A pesar de todo eso agradezco que haya nacido antes que yo, si no fuera por Mónica yo hubiese sido secuestrada por los duendes malvados que ella vio que volaban sobre mi cabeza mientras dormía plácidamente en mi cuna. Encontrándome en un gran peligro mortal mi querida hermana valientemente se escondió debajo de su sábana, dejándome a merced de los duendes, famosos por llevarse a los niños sin bautizar, y esperó hasta el día siguiente para dar la voz de alarma.

La única persona que le creyó fue mi abuela Juana, que en esos tiempos era hechicera, y le dijo a nuestra madre que pusiera un pan debajo de mi almohada, si al día siguiente el pan amanecía mordido, era prueba innegable de que el mal me rondaba.

El tiempo y el pan le dieron la razón a la pequeña Mónica. Nuestros padres hicieron los arreglos para el bautismo, lo más rápido que pudieron. Cuenta nuestra abuela que apenas el agua bendita tocó mi pequeña cabecita, comencé a gritar como loca, causando conmoción en todo el templo y el pánico de un joven cura, que hasta la fecha sigue contando la anécdota.

Uno de los momentos de gloria de mi hermana sucedió en un hermoso dia de playa, ella, de apenas cinco años se encontraba haciendo castillos de arena en la orilla del mar y cuidando de su pesada hermanita menor. Cuando de pronto sintió la necesidad de ir en busca de su pequeña palita azul, así que me dejó por unos segundos al cuidado de su obra de arte. Al volver no había castillo arena y para su horror tampoco había hermanita menor, yo estaba siendo arrastrada por las olas del mar, mientras reía estúpidamente ajena al peligro, como siempre.

Valientemente cogió su palita azul y entabló una épica batalla contra el mar para salvarme, peleó aguerridamente pero el mar también. En medio de la batalla cuando sus fuerzas flaqueaban, se lanzó encima mío para cubrirme con su pequeño cuerpo. Esa vez no ganó una medalla por su valentía, pero se la merecía sin lugar a dudas.

La pequeña Mónica, solía llevarme en su triciclo, lo cual era una tarea muy ardua. Según dice mis pañales pesaban una tonelada y en mas de una ocasión sintió el impulso se lanzarme fuera del triciclo. Las veces en que sintió que su pesada carga se aligeraba y que sonreía, pensado que se había hecho muy fuerte, volteaba para darse cuenta, que su única pasajera se había levantado de su asiento, empujando con una mano el triciclo y con otra cogiéndose el pañal.

Esas historias definen quienes somos, siempre ayudándonos y cuidándonos, enfrentando a todo tipo de adversidades, incluyendo a duendes malvados y fuerzas de la naturaleza.
Crónica fantástica

Giselle enloqueció y murió días antes de su boda y como todas las muchachas que mueren de esa forma se convirtió en un fantasma del bosque. Cada noche sale de su tumba y junto con las demás novias fantasmas planean su venganza.

No es sensato visitar las tumbas de aquellas infelices, especialmente en la noche. Pero Albrecht igual lo hizo, atormentado por la culpa, por saberse el responsable de la trágica muerte de Gisell, quien murió a causa de sus engaños y traiciones.

Se acercó lentamente a la tumba y depositó un ramo de rosas sobre esta. Mientras pedía perdón por sus acciones escuchó a lo lejos las campanadas de la iglesia, que marcaban las doce de la noche.
Era el tiempo de venganza, la tierra comenzó a temblar y las novias salieron de sus tumbas, vestidas con sus blancos trajes de novia que iluminaban una pequeña parte del bosque, sus rostros eran cubiertos por velos y en sus manos llevaban ramos de rosas.

Casi al mismo tiempo que comenzó a sonar la música de ultratumba, las novias fantasmas levantaron sus velos, mostraron sus bellos rostros llenos de tristeza y en cuyos ojos se reflejaba el deseo de vengarse. Bailaron sin cesar al ritmo de la música que emanaba de los árboles.

La suplicas de Albrecht no conmovieron a Mirtha la jefa del grupo, quien ordenó a Giselle atraerlo al centro del circulo que habían formado para obligarlo a bailar sin parar hasta perder todas sus fuerzas y la vida.
Pero Giselle no pudo llevarlo a su muerte, notó su arrepentimiento y lo perdonó. Y con su perdón la oscuridad, la música y las novias fantasmas se esfumaron para dar paso a los cálidos rayos del sol que iluminaban el bosque. Mientras tanto Giselle como Albrecht tomaban rumbos separados, pero ambos en paz.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Maravillas del Facebook


Hace poco fresita fue condecorada en una modesta (pero llena de amor) ceremonia, como "la reina del facebook" por su querido maestro de redacción Eloy Jaúregui. Con su cargo se le fueron otorgados muchos poderes como el de zanganear todo lo que deseara en el internet y el de encontrar a desaparecidos. Encontró a muchas personas entre ellas amigas del nido y una profesora querida.

Y eso es lo curioso, no importa cuantos años pasen o las condiciones en las que se encuentren pero cuando un alumno se pone en contacto con un maestro de la escuela al que admira siempre le llama profe o miss, como si llamarlo por su nombre fuera algo anormal. Una teoría que podría explicar ese anormal y molesto comportamiento es porque se debe a que mentamente retrocedemos hacia esas épocas en que los conocimos.

Fresita solía ser la cool kid, a bit weird kind of unabomber asi que por el bien del planeta esperemos que sus denomios del pasado haya muerto de verdad. Lo último que deseamos es que este lindo blog se vuelva negro. ajajajaja.
"De Tinta y Fantasía"


Se titula el primer libro de la encantadora blogger (sin a) Natalaya, publicado por el grupo editorial La Casa de Fresita, (a decir verdad esta en disputa con el editorial atardecer).
Es un compedio de narraciones extraordinarias, llenas de random-ness. Los hechos se llevan a cabo en un pais desconocido, imaginario y mágico llamado Peru.
Se dará un descuento del 10% a todos aquellos que aseguren ser lectores de nuestro blog hermano Natalaya-ness.

sábado, 31 de octubre de 2009


El dia en que nací



Recuerdo el día en que nací, bueno quizás no todo lo que pasó pero si las partes más importantes. Recuerdo una habitación blanca y luminosa, digo habitación pero en realidad no había paredes ni techo, no había principio ni fin. Solo una larga y aparentemente interminable fila de niños y niñas que esperaban ordenadamente su turno para nacer. La alegría me embargó al saber que después de casi cuatro de haber estado esperando, mi turno al fin había llegado.

De pronto el escenario cambió abruptamente, la calidez y alegría fue reemplazada por desesperación y oscuridad. El oxígeno escapaba rápida y peligrosamente de mis pulmones, el cordón umbilical se había enredado en mi cuello e intentaba dejarme atrapada en una oscuridad eterna, desesperada hice lo posible por salvarme pero mis manos torpes y pequeñas no pudieron hacer nada.
Justo en el momento en que pensé que había perdido la batalla, volví a ver la luz, me salvaron del cordón que me aprisionaba y pude respirar al fin.
El silencio reinaba en la habitación, no hubo llanto de mi parte, no aún cuando el malvado doctor me dio una palmada para obligarme a llorar. Según cuenta mi madre, quien nunca me ha mentido, dirigí mis ojos hacia el médico y lo miré por largo tiempo, indignada y con el ceño fruncido reprochándole por el acto de violencia cometido en mi contra.

Después levanté la cabeza e hice una detallada inspección del ambiente, todo era rosada, excepto por las armas de guerra, filudas y metálicas, que yacían amenazantes sobre una mesa, volteé la cabeza, horrorizada y decidí centrarme en algo más interesante. En una cama, despeinada y exhausta esta mi madre, a quien reconocí de inmediato, su estado era la prueba de lo terrible y arduo que había sido el combate que habíamos ganado a base de mucho esfuerzo. A su lado estaba una niña de casi cuatro años, con tres largas trenzas francesas que amarraban sus cabellos. Ella saltaba de un lado a otro cogiendo su pequeño bolso con forma de gato, mientras muy cerca de ella estaba mi papá, quien tendía abundante cabello y una horripilante barba. No pude contener mi horror al verlo así que grité con todas las fuerzas que pude, pataleé, arremetí con violencia en contra del doctor que me sujetaba y contemplaba atónito el primero de mis muchos berrinches.
Semblanza


Soy un conjunto de recuerdos guardados desde hace diecinueve años, en una caja de zapatos. Son recuerdos ordenados de forma aleatoria en las que diferentes etapas se mezclan y forman coloridos y extraños grupos.

La carta de mi madre esta en un sobre, junto con mi partida de nacimiento y la huella de mi pequeña pie, en ella me dice lo importante que soy y lo linda que es mi sonrisa. La de mi padre, escrita en una hoja rosada dice lo mucho que me amaban aun antes de haber nacido.

Estas encabezan las muchas cartas que he venido recolectando, por miedo a olvidar he colocado el día y fecha en las que las recibí, al igual que el nombre de quien me las entregó. La memoria es ingrata y por si las dudas todo debe estar bien catalogado. Las vuelvo a leer y muchas me dan risa, en la mayoría me pide perdón, supongo que habrá sinceridad en esas palabras, asi me gusta creerlo.
En las otras cartas y notitas están detalladas las aventuras que viví con mis amigas, recuerdos de esas tardes en el que sentadas en el jardín leíamos Harry Potter, jugábamos, tratábamos de conquistar al mundo, cantábamos y bailábamos en medio de los pasillos de la academia de inglés y hacíamos la promesa de ser amigas por siempre y recorrer el mundo juntas.

Colocadas en una bolsa especial están las cartas, postales, fotos y dibujos que guardo desde hace 7 años. Son enviadas desde México por una de mis hermanas, quien es exactamente un año mayor que yo ya quien nunca he visto en persona. Pero con quien comparto no sólo la fecha de cumpleaños, sino también recuerdos alegres y tristes, consejos y el saber que en otra parte del mundo ambas tenemos una gran familia, que si bien no esta unida por la sangre, lo está por un lazo de amistad.


También soy la carta de despedida y agradecimiento que le escribí a mi maestra del colegio, la cruz que guardo desde mi primera comunión, el libro de oraciones desde mi papá, el corazón de jabón ahora derretido que me regaló una maestra, las muñecas de mi abuela Irma y la cartas del tarot de mi abuela Juana, que guardo cerca de la vela con la que accidentalmente quemé a Mónica, mi hermana y madrina de confirmación.

viernes, 30 de octubre de 2009

Juelicidades Fresita

El artículo de nuestra querida fresita fue publicado en un periódico deportivo. Eh esta bien no el artículo, sino las fotos, jajaja. La prensa escrita aun no esta preparada para su humor futbolístico.
Nuestro blog hermano Natalaya-ness hace llegar sus feliciataciones, Fresita si sigues asi es posible quizá algún dia puedas publicar algo en Natalaya-ness ;).

miércoles, 28 de octubre de 2009



Lord de los Milagros 0, chicos del jogo bonito 1



Tomada el domingo por la intrépeda fresita, mientras aguantaba el dolor de su mejilla, el cansancio de su piernas y la incomodidad de estar siendo ojeada demasiado.

Su mentor y guía le encargó la misión de tomar las fotos oficiales del partido, capitanes con el árbitro y sus equipos, fácil jaja pero nuestra linda y rosada fresita falló su primera misión. Ya que los tímidos futbolistas huyeron rápidamente de las cámaras y tomaron posesión de sus puestos en la cancha, oh no! eso si que no! la fresa no iba a dejar que ellos arruinaran sus tomas. Con voz de mando y sin dar mas explicaciones que un simple !fórmense! hizo que todos dejaran sus puestos y posaran para la cámara, retrasando el partido pero consiguiendo su foto!. Su dentista lo atribuye a que Dios estaba con ella, ella lo atribuye a su poder de líder natural, mientras que yo lo atribuyo a la necesidad del equipo a salir en el periódico. Mejor lo dejamos en la segunda opción no es mi deseo enfurecer a fresita.



11 jóvenes, no tan jóvenes corriendo por el campo trantando de robarse la pelota y lanzarla al arco, custodiado por un fashion guardamenta que sobresale por ser emo,vistiéndose de negro, aún cuando su equipo tenga colores distintos.


Nuestra reportera gráfica estrella sintió emoción cuando le dijeron que este partido sería una carnicería, un duelo a muerte donde saldrían muchos heridos. Con entusiasmo y sadismo esperó los golpes en la cabeza, desmayos o algún patadón en pleno rostro uhh o quizá una pelea en medio de la cancha.

Pero los jugadores mas se la pasaban dándose extraños abrazos, semi románticos en plena cancha aich! Fresita aprueba las demostraciones de afecto yeah! pero mas golpes la hubieran complacido más. El equipo blanco que se encomendó al señor de los Milagros perdió, Si pues es que el Señor es fan del Tenis y del surf! mientras que sus contricantes, que se encomendaron a los chicos del "jogo bonito" con sus camisetas verde y amarillo ganaron 4-2 wohooo!!


Crónica de Lugar





Walter mercado de Magdalena


El frío me invade mientras trato de leer mi libro. No puedo concentrarme, el ruido de los carros, las voces de las personas y el fuerte sonido de la radio me molestan.
Fue mala idea tratar de buscar paz y tranquilidad en el mercado de Magdalena. Son las 8 de la mañana y los comerciantes ya empiezan su día, quitando las rejas que protegen sus negocios, barriendo el frontis de su tienda y ordenando sus productos para que sean vistos por el público.

Casi al mismo tiempo el público, en su mayoría amas de casa, van en busca de los ingredientes que usarán para cocinar, llevando bolsas y canastas vacías, pero que en algunos minutos estarán repletas de productos.
Intento terminar con mi libro pero un comerciante me interrumpe, preguntándome si deseo compara CDS o dvds., respondo que no deseo, pero su insistencia es tal que tengo que salir de ahí y adentrarme aún más en el mercado para alejarme de él.

Llego casi por accidente a la parte de las carnes, mi parte menos favorita del mercado donde los animales cuelgan por doquier y el piso está teñido de rojo, es repugnante y no pierdo tiempo y trato de buscar un lugar mas alegre.
Continuo caminado hasta sentir un fuerte olor a incienso de lavanda que me adormece y como hipnotizada me adentro a un pasillo lleno de velas, adornos, atrapa sueños, aretes, pulseras y hierbas extrañas. Sentada en una meza está una mujer que por un par de soles me lee la mano y con una voz profunda me pronostica un futuro no muy alentador. Le compro un atrapa sueños para alejar los pensamientos negativos y continuo caminando por los angostos pasillos del Mercado de Magdalena, ya son las 11 a.m. y todo esta repletado de personas, animales y productos. El espacio es tan pequeño y el calor tan intenso que debo salir paraa tener un poco de oxígeno, me abro paso entre la multitud repartiendo empujones por doquier, es tiempo de volver a casa.

Otro cursi titulo cortesía de mi maestro

El hijo de mi vida o de como salvé a mis muñecas





Lo mas cercano a una hijo o hija que tengo son los muchos juguetes que tuve en mi infancia, mi cuarto de niña estaba repleto de juguetes, peluches, muñecas, carros, motos, casas, pelotas, cualquier cosa que una niña pudiera desear estaba en mi cuarto. Tuve todo lo que mis padres no tuvieron cuando fueron pequeños. Generalmente los niños que tienen muchas cosas no las aprecian, quieren mas y cuando se aburren de algo lo botan en busca del siguiente juguete de moda.

Ese no fue mi caso, felizmente, cuidaba mis cosas con amor, aunque debo admitir que eso no fue siempre así, de pequeña fui una mala madre, descuidada y desordenada, dejaba a mis juguetes en todas partes y mis muñecas siempre andaban mal vestidas y sin zapatos.

Ser madre no es fácil me costó tiempo aprender a cuidarlas, las peinaba, vestía, limpiaba sus casas, autos y les cosía ropa. Siempre estaba pendiente de ellas, las llevaba a la escuela y creaba para ellas mundos cada vez más extravagantes.

Pero fui creciendo y mi tiempo libre ya no lo ocupaba en cuidar de mis hijas, la parte llena de juguetes de mi alcoba perdió un poco de su brillo, las seguía cuidando pero simplemente ya no era lo mismo.

Como buena madre tuve que hacer una sacrificio para el bienestar de mis hijas, en vez de meterlas en cajas o bolsas negras, me puse a buscar a madres adoptivas, no a cualquier niña caprichosa y descuidada, sino a alguien que las cuidaría tanto o más que yo.

Asi fue que gran parte de mis juguetes fue destinado a albergues, estaban todos en perfecto estado, los puse en cajas y los envolví con papel de regalo, lazos rojos y tarjetas navideñas, se las entregué a los niños y pude ver las sonrisas que iluminaban sus rostros
Mi Mascota








Yo no tengo una mascota, yo soy la mascota, al igual que mi familia y millones de humanos que se creen “dueños” de criaturas peludas y de 4 patas.


Sirius Lupin Black Rodríguez Málaga, es pequeño, odioso, peludo, blanco como una oveja y con una gigante nariz negra. Hijo único de mis padres y consentido de la casa.Sus pasatiempos son saltar en los sillones, morder zapatos, comer todo el día y escuchar en la radio canciones de Leo Dan, Roberto Carlos y Ricardo Montaner.Cada vez que escucha una de sus canciones favoritas, se echa en la alfombra, cierra los ojos y se relaja, supongo que en esos momentos estará pensando en las cosas que le gustará hacer cuando salga de paseo, quizá correr por el parque, molestar a las palomas o seguir a la pequeña dálmata que tanto le gusta.

Para molestarlo cambio la estación de radio y comienza a sonar una canción de cumbia, inmediatamente salé de su estado de relajación, abre los ojos y me mira con una expresión de amargura contenida. Esos lindos ojos marrones me dicen con cierto tono de amenaza que si aprecio mi vida y mis zapatos, será mejor que regrese a la estación anterior y que ni me atreva a cambiarla de nuevo. Le pido perdón por la ofensa, soy conciente que él capaz de cumplir con la amenaza.


Es un pequeño rey y mis padres, hermana y yo somos sus humildes súbditos. Cuando tiene ganas de salir al parque y meditar largamente en uno de los árboles, lo único que tiene que hacer es coger su collar con su hocico y caminar decidido hacia uno de sus esclavos que obviamente tienen el deber de atenderlo o al menos eso lo que él piensa. Observa cuidadosamente a su victima, con delicadeza deja el collar a sus pies y con calculada intensidad le informa con la mirada cual es la misión que le esta encargando. A veces el pobre y tonto humano se rebela y le dice que no es el momento de salir. Grave error, Sirius con justificada indignación procede a vengarse. Ya sea utilizando el balcón como retrete, arañando las paredes, atacándonos los tobillos o jalándonos el cabello. Nuestro amo deja sentir su rabia y nosotros humildes esclavos aprendemos la lección de la peor forma.

El gol de mi Vida


El gol de mi vida lo hago cada mañana al abrir los ojos, 6 de la mañana mis párpados están pesados y no tienen ganas de abrirse. Ignoro mi despertador y a la voz de Federico Salazar quien me cuenta con voz grave los desastres que han ocurrido la noche anterior o en la madrugada. Me escondo entre mis sábanas y siete almohadas, me pongo en posición fetal, abrazando mis piernas con fuerza. ¡No quiero salir de la cama! Pienso a veces angustiada, cuando sé que me espera un día pesado en el que tendré que enfrentar muchos obstáculos difíciles.
Me oculto como una niña y cruzo los dedos para que nadie en la casa se de cuenta que sigo dormida y que quizá en un ataque de locura me dejen todo el día así. Me río ante mi idiotez, que se combina con algo de torpe inocencia. Lanzo las sábanas y el edredón me levanto de un salto y doy buenos días al mundo. Dejo las noticias tristes y me pongo a ver series de detectives o comedias.Aun muerta de frió y cansancio me pongo a saltar, estirarme, alzar los brazos al cielo y pedir fuerzas para sonreír ante las adversidades del día, No siempre funciona, mi temperamento me gana a veces y la sonrisa se desvanece, me dan ganas de echar todo por la borda y alejarme de los obstáculos. No es fácil no estar molesta, ni aún cuando sabes que las personas con las que descargas tu frustración no son enemigos, sino liados en una ardua batalla. ¡Tuve un día horrible! Pienso con amargura a veces cuando camino hacia casa, trato de sonreír, no para los demás, sino para mí. Porque me hace sentir menos mal saber que aún cuando el día no resultó como deseaba, que estuve a punto de abandonar o que abandoné temporalmente una batalla, aun tengo otra oportunidad de seguir en la lucha





Las calles de lima



He vivido toda la vida Lima, es la única ciudad importante en la que he estado. Sé que hay muchas en el mundo quizá más grandes, más bellas, más modernas y me gustaría conocerlas. Pero como mi Lima no hay otra.
Dicen que es una ciudad femenina porque acoge con tiernos brazos maternales a peruanos y extranjeros y les da la oportunidad de formase un futuro nuevo.Yo no la veo maternal, sino chicha, multicolor, ruidosa y en cada esquina hay un sorpresa, agradable o quizá no tanto que te espera. Camina por las calles del centro y te darás cuenta de las sorpresas que la mamá Lima te da.
Como la vez que caminaba hacia el templo de Santa Rosa y una comparsa de músicos y bailarines disfrazados tomaron por asalto la avenida Tacna con música y bellos trajes cambiaron por unos minutos el ambiente de la ciudad. O cuando me perdí por una de las pequeñas calles y fui rescatada por una señora que tocaba la quena acompañada de una mona bailarina vestida con una pollera rosada. Porque todo puede pasar en la capital.
Si bien la ciudad tradicional de las tapadas limeñas, pregoneros, Virreyes importados, balcones hermosos y en perfecto estado ya es parte del pasado, no hay que entristecerse de ello. Sino apreciar las nuevas bellezas que tenemos, un transporte público multicolor y alegre, que nos lleva con relativa seguridad a nuestro destino, ambulantes en cada esquina quienes con sus productos nos ayudan a aplacar el hambre, dateros que te guiarán si te pierdes en las calles y cientos de personas que caminan en por las calles de la capital con las quienes compartes el deseo de ser mejor y de cumplir tus metas.


Periodismo, literatura, Vera y sonrojos




Literatura y periodismo es uno de mis cursos menos favoritos. La voz de mi estimado docente me duerme, solo deja trabajos, rara vez explica algo y si lo hace no se deja entender. Al principio de mi carrera mi estimado profesor Cipriano me dijo que el periodismo y la literatura son ramas opuestas. Que las letras no son un arte, sino una ciencia. Como diría él !Nos estan desgraciando! jajaja aunque siendo honesta no lo creo asi.


Como diría mi aburrido profe la literatura y el periodismo son dos ramas opuestas, que se contradicen entre sí, pero en los momentos en que logran unirse forman textos de gran belleza que despiertan emociones mezcladas. Hace poco tiempo pude leer algunos textos de mi querida amiga Vera lucia, a quien admiro mucho, y quedé impresionada por la belleza de su escritura y el ritmo suave y armónico con las cuales construye su piezas de arte.


Leerla bien causaría mas de un sonrojo entre los muchos autoproclamados escritores, bloggeros seudo cultos. Lo sé por experiencia propia, el rubor aun no se borra de mis mejillas

wolas...de nuevo

A la tercera la vencida, ante el exito arrollador y ligeramente aterrador de Natalaya-ness me he visto obligada a tener un refugio no tan conocido por los demás.
A ver si no termino eliminado este blog como los anteriores *mirando alrededor* solo espero que este lugar secreto siga siendo un secreto, entiendo a la perfección la falta de lógica en lo que escribí en la línea anterior. Para que postear si no deseo ser leída aaaaah mmmmm, lo pensaré después