miércoles, 28 de octubre de 2009

El gol de mi Vida


El gol de mi vida lo hago cada mañana al abrir los ojos, 6 de la mañana mis párpados están pesados y no tienen ganas de abrirse. Ignoro mi despertador y a la voz de Federico Salazar quien me cuenta con voz grave los desastres que han ocurrido la noche anterior o en la madrugada. Me escondo entre mis sábanas y siete almohadas, me pongo en posición fetal, abrazando mis piernas con fuerza. ¡No quiero salir de la cama! Pienso a veces angustiada, cuando sé que me espera un día pesado en el que tendré que enfrentar muchos obstáculos difíciles.
Me oculto como una niña y cruzo los dedos para que nadie en la casa se de cuenta que sigo dormida y que quizá en un ataque de locura me dejen todo el día así. Me río ante mi idiotez, que se combina con algo de torpe inocencia. Lanzo las sábanas y el edredón me levanto de un salto y doy buenos días al mundo. Dejo las noticias tristes y me pongo a ver series de detectives o comedias.Aun muerta de frió y cansancio me pongo a saltar, estirarme, alzar los brazos al cielo y pedir fuerzas para sonreír ante las adversidades del día, No siempre funciona, mi temperamento me gana a veces y la sonrisa se desvanece, me dan ganas de echar todo por la borda y alejarme de los obstáculos. No es fácil no estar molesta, ni aún cuando sabes que las personas con las que descargas tu frustración no son enemigos, sino liados en una ardua batalla. ¡Tuve un día horrible! Pienso con amargura a veces cuando camino hacia casa, trato de sonreír, no para los demás, sino para mí. Porque me hace sentir menos mal saber que aún cuando el día no resultó como deseaba, que estuve a punto de abandonar o que abandoné temporalmente una batalla, aun tengo otra oportunidad de seguir en la lucha





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