viernes, 4 de diciembre de 2009

Homenaje

Al cuerpo humano real y fascinante con o sin pulmón merece ser admirado como el sistema perfecto que nos permite existir.

Homenaje a cada parte del cuerpo a la bolita del ombligo, a cada glóbulo patriota, a las organizadas células, órganos incomprendidos y expulsados de nuestro sistema. Admiremos a nuestro cuerpo como un todo, una organización, como una empresa.

Hoy los trabajadores de mi empresa hacen huelga indefinida. Demandan que los abusos paren y con el valor que los caracteriza se niegan a seguir trabajando en la computadora hasta que los ojos ardan, el cuello deje de moverse y las manos se entumezcan. Se niegan a cualquier ingesta de comida chatarra, de cafeína o de bebidas energizantes que solo alargan la tortura diaria.

No más lectura hasta la media noche, ni tabulaciones hasta las 4 de la mañana. Las marcas debajo de los ojos no son trofeos de guerra, ni un certificado de compromiso con el trabajo. Son signo de que alguien dejó el trabajo para el último segundo ¡no más! El cuerpo esta harto de maltratos. El pobre cerebro esta cansado de sentirse atontado y la cabeza no soporta más golpes contra la pared, poste y otras cabezas.

Su lista de reclamos es larga y razonable, no mas miradas de desprecio a los nuevos kilos que adornan la figura, nada de andar descalzos o de comer helado a media noche. Nuestro sistema nervioso central quiere volver a ser tan eficiente como las máquinas del FBI o del MI-5 y no como la Pentium I que es actualmente.
Alzando la voz en protesta exigen un mejor trato de lo contrario se apagarán hasta nuevo aviso.

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